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Una vieja valija de cartón

 Prólogo de Eduardo Minnig, 

                                                Director del Diario Nuevo Día Digital, Coronel Suárez (Bs.As.)

 Hablar de lo alemanes del Volga es hablar de un pueblo con historia. Historia, memoria, principios arraigados, religiosidad, valores, respeto por las tradiciones y con cualidades que los diferencian de cualquier otro pueblo o etnia.

Recordar la historia de los alemanes del Volga es hundirse en el intento de rescatar más de 250 años de una epopeya, interpretarlos e intentar el arduo trabajo de seleccionar apenas algunas de las muchas tradiciones que, traídas al presente, nos identifican y nos retrotraen a nuestros años de la niñez, a las historias que nos contaron nuestros abuelos, a los recuerdos de nuestras abuelas que nos hicieron aprender ‘a la fuerza’ el dialecto que habían traído (y aún conservan) –a pesar de haber vivido 100 años en Rusia-  desde la madre patria: Alemania. O como bien aclara Horacio, de lo que aún no era la Alemania tal como hoy la conocemos.

Digo que ‘a la fuerza’ porque nuestras abuelas, en su mayoría, solo hablaban en el dialecto alemán y para comunicarnos con ellas debíamos, necesariamente, aprenderlo. Junto con el idioma también nos inculcaron los valores, los aspectos religiosos, las comidas típicas y hasta los personajes con los que nos asustaban en el caso de que cometiéramos alguna travesura, tales como el Pelsnickel, o el recuerdo de alguna de las tantas aldeas a orillas del Volga como Kamenka, Dobrinka y tantas otras. Retazos de la historia de nuestros abuelos, sus costumbres, su devoción religiosa, sus remedios mágicos como el Wunderbalzm, el carro ruso y tantos otros recuerdos que Horacio Walter ha sido capaz de rescatar de aquella vieja valija de cartón.

Desde la dirección del diario Nuevo Día de Coronel Suárez, siempre le brindamos un espacio importante a la historia de los Alemanes del Volga. Aquí me detengo para aclarar el por qué.

 Alemanes del Volga de Coronel Suárez

 Coronel Suárez es una ciudad ubicada al sur/sudoeste de la provincia de Buenos Aires y tiene una particularidad: más del 60 % de su población y de las tres colonias, venidas del Volga, son descendientes o están emparentados con personas de esta etnia. Incluyéndome., condición  que luzco con orgullo.­ Es decir, nada de lo que haya sucedido en la historia ha sido ajeno a la influencia de los alemanes del Volga. Por ese solo motivo: Coronel Suárez es diferente y los aspectos de su vida y su historia merecen quedar registrados en las páginas de Nuevo Día.

 ‘Desde el Wolga’

 Durante muchos años el suplemento dedicado a ‘Nuestras Colonias’ estuvo a cargo del historiador Héctor Maier Schwerdt. Esto fue así hasta que el Señor decidió llamarlo a su lado.

Luego de un tiempo, fue María José Bohn quien me propuso volver a editar un suplemento para seguir contando la historia. El nombre que sugirió y, que acepté sin dudar, fue “desde el Wolga”. Fueron 50 ediciones semanales y a partir del N° 1 el suplemento contó con el invalorable aporte de Horacio Agustín Walter quien, edición tras edición, hurgando en esa ‘vieja valija de cartón’ trajo al presente un sinnúmero de recuerdos, historias, costumbres y personajes que, seguramente, resultaron ser comunes para todos quienes somos herederos de esa rica historia. La historia de Los Alemanes del Volga.

 Una Vieja Valija de cartón

 Era el mediodía del 10 de noviembre de 2017. Se inauguraba en pueblo San José la Füllsen Fest. Me encontraba almorzando en un restaurant situado frente a la Iglesia. Se acerca el dueño y me señala que un señor, que venía a presentar un libro, quería saludarme. Le respondí: ‘con mucho gusto’.

Como a la media hora se acercó a la mesa y me lo presentó. Se trataba de Horacio Agustín Walter y había venido a presentar el libro “Por los Senderos del Wolga”. Nos saludamos, conversamos animadamente durante una media hora, le compré un ejemplar y nos despedimos. Quedó flotando una sensación de cercanía y familiaridad a la que no le encontré una explicación inmediata. Leyendo el libro -faltarían 4 o 5 páginas- en el que describía historias que me eran familiares, descubrí que habíamos sido compañeros en el Colegio La Salle de Pigüé. Nos reencontramos después de 60 años.

Una vieja valija de cartón, es una apelación que Horacio Walter hace a su propia imaginación, intentando rescatar, de allí dentro, algunas de las numerosas historias, anécdotas y personajes  de aquella epopeya que se inició allá por 1773 con la partida de los primeros colonos alemanes con destino a Rusia. Una vieja valija de Cartón compartió durante las 50 ediciones del suplemento Desde el Wolga, un viaje por distintos lugares, por historias comunes, por recuerdos de nuestra infancia que volvieron a nuestra memoria, que nos unen en ese aporte al patrimonio inmaterial que hace a nuestra cultura.

Un aporte que merece ser volcado en este libro.

¡Un tesoro!